3º lugar Concurso en Madera CTT – Corma 2010

Universidad de Santiago

El terremoto del 27 de febrero pasado, no sólo dejo en evidencia lo vulnerable de nuestro paisaje construido, sino también las precarias estrategias para hacer frente a estas urgencias, denotando una insuficiencia en la investigación y el desarrollo tecnológico.
En la actualidad las respuestas se reducen a un módulo básico que operando por sumatoria se repite para suplir la solicitación de espacio de algún programa determinado, sin responder a las variables propias del lugar ni a una relación con el entorno, sino que acotándose sólo a dar una respuesta en período de urgencia.

El proyecto extensión plantea el terremoto como una problemática ambivalente, de carácter urgente en la necesidad de dar respuesta con eficacia en materiales y transporte; y a su vez de carácter permanente, hoy ausente en muchas de las estrategias post-terremoto, donde la respuesta incorpore dimensiones de vínculo e interacción con el contexto inmediato y la comunidad correspondiente.

El programa educacional del proyecto extensión se inserta en una comunidad de manera rápida apuntando a propiciar escenarios comunitarios de comunicación y organización, por lo que puede desarrollarse a partir de situaciones de emergencia como proyectarse al futuro de manera preventiva en cualquier ciudad del norte de nuestro país.

Pese a proyectarse como nueva solución tipo, se utiliza la ciudad de Iquique para desarrollar el proyecto en un caso específico, por la condición extrema de esta a ser altamente afectada por una catástrofe tipo terremoto y/o maremoto. Gran parte de la ciudad se encuentra en zona inundable, contando entre ellos el puerto, aeropuerto y la zona franca, provocando un aislamiento y pérdida de la infraestructura del sector productivo. Sumado a ello una treintena de colegios se verían afectados, cobrando aun mayor sentido una solución permanente con programa educacional.

Dentro de la ciudad se elige una localización central poblada por las comunidades de más bajos recursos, con el fin de generar equidad social para enfrentar la catástrofe, mitigando así los procesos de violencia posteriores a ella. Es así como proyecto extensión selecciona la cancha de tierra “los viejos cracks”, el área libre más importante dentro de dicho paisaje urbano para desarrollar su intervención a la comunidad. A partir de esta localización el proyecto progresaría para transformarse en un nuevo hito urbano, punto fundamental para el albergue de damnificados y organización en estados de emergencias.

El proyecto en sí se funda a partir de una solución constructiva producto del estudio de la madera y de maneras innovadoras para su utilización, fomentando la investigación en tecnología aplicada en este material. Todo esto bajo el marco que Chile es un país maderero y existe las instituciones y el capital humano para desarrollar este tipo de conocimiento. Es así como se propone un componente fundamental tipo fuelle en madera que resulta ser una pieza plegable, de sub-componentes estandarizados, eficiente en uso de materiales, compacta y de fácil transporte. Asimismo una vez en el lugar es de armado rápido, sin necesitar de mano de obra altamente calificada para su ejecución. Ya fijada la estructura, se genera una cobertura compuesta esencialmente por tela flexible y se revisten los paramentos verticales con placas de madera terciada estándar y poli-carbonato alveolar.

La espacialidad del proyecto extensión está determinada por la extensión, valga la redundancia, de los componentes fuelles los que forman volúmenes que se disponen de manera irregular, semejando la forma en que se disponen los trenes en las estaciones e industrias características del norte de nuestro país. Los espacios públicos, de interacción con la comunidad, se generan en los cabezales de los volúmenes, resguardando los programas privados correspondientes a los programas educacionales, pero a su vez propiciando una flexibilidad para generar un total versátil.