Mausoleo familia Martínez Saint-Jean
Daniela Monterrosa
El encargo era un mausoleo para 6 personas en el pequeño cementerio de Iloca, lugar de veraneo tradicional de la familia. El mandante quería que fuese de piedra y se planteó la idea de tomar el mausoleo como una instancia de paso entre la tierra y el cielo; parte con cimientos y muros de piedra para terminar con un techo liviano y cálido de fibrocemento emulando la madera. El lugar es de intensas lluvias y fuerte óxido, por lo que la decisión del fibrocemento en vez de la madera, fue para alargar la vida del mausoleo. La reja, y el altar de acero se dejaron sin protección para lograr el color del óxido a propósito. La piedra con el tiempo se tornará verde de muzgo como el bosque contiguo, y el mausoleo se mimetizará con el entorno, como si de la tierra hubiese crecido y no a la tierra hubiese sido hundido.
Finalmente, una escalera que se abre al cementerio con la intención de que se hagan misas o plegarias y la gente se reúna alrededor del curita. Se forma un espacio público espontáneo como pasó el día de todos los santos pasado, donde con las puertas abiertas del mausoleo, una mesita y la oración, convocó la multitud del cementerio.